moviéndome al compás
de este viento pendenciero.
La vida, un dulce camino,
noches de blanco de estrella,
manos llenas y miradas nuevas.
Pero también los absurdos,
los ciegos dolores,
lo amargo en los días de muertos amores,
las vidas perdidas,
todos los adioses,
los sueños, los llantos y algunos temores...
Y avanzan mis días,
me bebo las horas,
celebro el regalo de un nuevo febrero,
que traiga a mi vida más sabores nuevos
Esta me la tomo por todos vosotros